miércoles, 18 de noviembre de 2009

Si me canse de esperar,
fue porque
el tiempo no curó ni una herida.
Si me cansé de olvidar,
fue porque el olvido es la ''pastilla suicida''.
Si me cansé de perdonar,
fue porque
cuando duele nunca, nunca, nunca se olvida.
Si me cansé de mentir,
fue porque la verdad lastima solo al principio.
Si me cansé de dormir,
fue porque al ''sueño'' no lo sueño dormido.
Si me cansé de asistir,
fue porque asistiendo o no asistiendo
siempre empezaron sin mí.
[...]
Si me cansé de ceder,
fue porque cediendo te vas muriendo en vida.
Si me cansé de llorar,

fue porque en las lágrimas no encontré salida.
Si me cansé de siempre correr,
fue porque muchas cosas las perdí por correr noche y día.
Si me cansé de mirar,
fue porque mirando ví una vez a la muerte.
Si me cansé de perder,
fue porque
una vez me desangré por perderte.
Si me cansé del culo cerrar fue por el hambre,
el miedo, la guerra y a la fría soledad
Si me cansé de obedecer, de ser correcto.
Me corresponde ser obediente a mi parecer.
Y hoy me doy cuenta que
padeciendo también me canso.