La mujer no quiere una mirada, quiere una sonrisa.
Ella no quiere compañía, quiere presencia.
La mujer no quiere llanto, ella quiere lágrimas.
La mujer quiere, lo que es más sencillo otorgar.
La mujer no busca una mano, busca tacto.
No busca momentos, espera acontecimientos.
La mujer no busca tu risa, espera tu alegría.
Ofrece lo que siempre has podido dar.
La mujer no desea un cuerpo, desea un abrazo.
No desea halagos, desea palabras.
La mujer no desea unos labios, desea un beso.
No desea ser persona, desea ser mujer.
La mujer no espera tu tiempo, espera tiempo contigo.
La mujer no espera pasión, espera romance.
No espera sexo, espera amor.
La mujer no espera belleza, espera que la hagan sentir bella.
La mujer es mujer, no la trates como a un hombre.
La mujer es mujer: no es física, es sentimental.
La mujer no es cuerpo, es corazón.
La mujer no eres tú, no la trates como esperas que te traten.
La mujer no es para poseer, es para admirar.
La mujer no es para convencer, es para amar.
La mujer no es para conocer, es para entender.
No es lo que tú crees, ella es mucho más.
La mujer no es un rostro, es un todo.
La mujer no es difícil, es misteriosa.
La mujer no es tacto, es caricia.
Ella no es la espina, es la rosa.